2020-03-24 GDH Mensaje de Solidaridad, Compromiso y Esperanza , Transmsion de COVID-19


STUDY, MONITOR & ANALYSE

Ha comenzado una crisis global volátil, impredecible, pero seguramente duradera. En todas las regiones del mundo, nuestras vidas están cambiando, en ocasiones de manera abrupta. Las próximas semanas y meses serán difíciles para muchos de nosotros. Nos tomará tiempo, pero juntos lo superaremos.

Como organización de derechos humanos, Ginebra para los Derechos Humanos está profundamente preocupada por las personas que se encuentran en situación de vulnerabilidad como, las personas sin empleo, las personas sin hogar, las personas que viven en la pobreza extrema, las personas con discapacidad, las mujeres que asumen múltiples tareas, particularmente de cuidado, los ancianos, las personas detenidas arbitrariamente en prisiones superpobladas, las minorías, migrantes, las personas desplazadas internas, personas en condición de refugio y pueblos indígenas. Es una cuestión de dignidad humana. Los derechos humanos están en riesgo.

Muchos gobiernos primero negaron, después minimizaron la propagación del virus, antes de tomar medidas para contenerlo y limitar el daño a su economía. Con demasiada frecuencia estas medidas que se han venido implementando no toman en cuenta el impacto social de la crisis económica y de salud. Todos apoyamos plenamente los esfuerzos para erradicar el virus. Al mismo tiempo, no debemos olvidar el compromiso de la comunidad internacional de erradicar la pobreza extrema (‘Objetivo de Desarrollo Sostenible’, No.1). Tenemos que proteger a las personas que se encuentran en situación de mayor vulnerabilidad.

Este es el momento de renovar nuestro compromiso con aquellos y aquellas que tienen mayores necesidades, y cuyo destino corre el riesgo de ser nuevamente descuidado y olvidado. Es el momento de monitorear las políticas públicas de nuestros países en esta crisis, para asegurar que las personas marginadas no sufrirán aún más discriminación. También es hora de unirse a numerosas iniciativas a nivel local para las personas que tienen múltiples necesidades.

Cuarentenas domiciliarias a nivel nacional implican una limitación de los derechos humanos. De hecho, cumplir con estas reglas de emergencia, incluido el confinamiento en el hogar, es un imperativo moral, una cuestión de solidaridad para frenar la propagación del virus en nuestras comunidades y para apoyar a los y las que están en la primera línea, en particular los y las trabajadores sociales y de salud. Sin embargo, debemos recordar que las medidas que derogan las obligaciones de derechos humanos en situaciones de “emergencia pública que amenaza la vida de la nación” tienen que ser limitadas “en la medida estrictamente requerida por las exigencias de la situación“. Estas medidas deben ser proporcionadas, limitadas en el tiempo y de ninguna manera discriminatorias (Pacto Internacional de Derechos Civiles y Políticos, Artículo 4, Naciones Unidas, 16 de diciembre de 1966).

En muchos países, estas derogaciones atribuyen poderes especiales al Poder Ejecutivo. Aún así, los principios de proporcionalidad y no discriminación tienen que ser aplicados. El control parlamentario y el Estado de derecho siguen siendo una obligación fundamental, así como la transparencia y el acceso a la información. Estamos consternados de que en varios países que han ‘negado’ la problemática (por ejemplo, China al comienzo de la pandemia, Brasil, Egipto, Turquía), periodistas, profesionales de la salud,  defensores y defensoras de los derechos humanos están siendo atacados por haber expuesto la gravedad de la situación y las consecuencias para las personas marginadas.

Esta crisis global es un desafío para las personas titulares de mandatos de los procedimientos especiales de las Naciones Unidas. Instamos a todas las víctimas, testigos, defensores y defensoras de los derechos humanos y organizaciones a presentar sus casos de discriminación, violaciones de los derechos humanos, acoso y represión a los relatores especiales de Naciones Unidas.

En su impulso por el liderazgo mundial y un nuevo orden global, China, a su manera, pretende crear una narrativa en la que se presenta como un ejemplo de cómo manejar esta crisis. A medida que continúa surgiendo información sobre el encubrimiento inicial de China de la pandemia, se debe responsabilizar al Partido Comunista Chino (no al pueblo chino) por su falta de acción temprana que llevó a la propagación del virus en todo el mundo.

Después de esta crisis, nada volverá a ser igual. Tendremos que reconstruir, volver a comenzar a promover el respeto por los derechos humanos, en particular de las personas que se encuentran en mayor situación de vulnerabilidad. Tenemos que preparar esta nueva campaña para garantizar la sostenibilidad de nuestras instituciones y la fortaleza de nuestra red.

Pueden confiar en nosotros: ¡Estaremos presentes!

Ginebra, 24 Marzo 2020


‘Through training, study and protection, we aim to bridge the gaps between the international decisions and recommendations, and the realities in the field through implementation